lunes, 29 de noviembre de 2010

Porque no hay nada aparte de ti



¿Por qué simplemente no puedo cerrar los ojos y sentirte? Tus manos acariciando mi cuerpo, haciendo que vibre. Nada más importa en el momento que tus besos rozan mi piel. Un toque sencillo, sensual… tan perfecto.
Es tan fácil olvidarme de lo malo cuando estoy contigo… Es tan suave tu piel, tan sedoso tu pelo…
Taladra mi corazón, más que late, cuando me tocas, cuando me besas.
Nada más existe que tu piel, tus labios bajando entre mis pechos, deteniéndote para atenderlos, hacer que tiemble. Mientras tus manos van más allá, encontrando el lugar exacto en el que te necesito y consigues volverme loca con esos movimientos tan suaves.
Sabes que cada vez necesito más.
Más de ti, más de tu cuerpo, más del amor que me brinda tu corazón.
Siento espirales en mi vientre, si eso puede ser así, y la cabeza me da vueltas. Se regodea en el placer. Nada puede ser más perfecto que dos personas amándose hasta el amanecer. Sabiendo, además, que tú eres mi vida, que con una simple caricia me haces la mujer más feliz del mundo.
Consigues de nuevo que sienta esa sensación tan grande, tan maravillosa que apenas puedo respirar, y solo se calma mi corazón cuando me abrazas, y solo siento tus lentas caricias en mi espalda, haciéndome dulces cosquillas mientras me recuerdas que me amas.
Logro responderte entre pequeños susurros y con la voz entrecortada. Intento demostrarte con besos lo que no puedo con palabras, estando tan agitada.
Te amo, y no habrá suficientes ocasiones para decírtelo.