sábado, 12 de junio de 2010

Decisión errónea




Otra gota cae. Deslizando mi mano a través del cemento, llego a pensar en como el horizonte sigue ahí, aunque a estashoras de la noche, no se distinga de las estrellas.El viento roza mi cara, entrelazándose con mi pelo, haciéndome sentir viva, por un solo instante.

Lunas de plata observan la estúpida escena, un patético fin para una "causa noble", aun así siempre creí que el fin justifica los medios. Agujas de cristal apuñalan mi alma mientras mis pies consiguen enderezarse sobre una solida superficie. En este momento no consigo imaginar nada además de una pequeña luz abandonando mi cuerpo, aquella que un atizador al fuego me hizo perder, junto a mi cordura.

Resbalando mis talones por el borde, lo ultimo que siento es una gran presión sobre mi pecho sabiendo que no era lo correcto, que la decisión de la que jamás estuve mas segura, era falsa, inaceptable, se derrumbó al notar cien cuchillos clavándose a través de mi cuerpo al ver tu mano acariciando mis dedos, por ultima vez, dejando una lagrima ante mis ojos...

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